La manifestación del Primero de Mayo en París derivó este miércoles, como temían las autoridades, en enfrentamientos entre radicales y fuerzas del orden.
Antes de la marcha, ya se produjeron choques junto a la estación de Montparnasse, de donde partió la manifestación a las 14.30 hora local (12.30 GMT) y donde grupos de violentos infiltrados entre los participantes lanzaron objetos a las fuerzas del orden y quemaron vehículos en las calles adyacentes.
Los agentes respondieron con gases lacrimógenos y cargas policiales, una de ellas contra una parte del desfile en la que se encontraba Philippe Martínez, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), principal sindicato convocante, quien tuvo que ser sacado temporalmente de la marcha por riesgos para su seguridad.
El secretario general de la CGT, cuyo mensaje reivindicativo del Primero de Mayo quedó totalmente desplazado por los incidentes, destacó que están «muy satisfechos con la amplitud de la manifestación» y que las otras 225 marchas celebradas en Francia se desarrollaron sin problemas importantes.
Otra de las centrales organizadoras de la convocatoria de París, la Federación Sindical Unitaria (FSU), se retiró de la manifestación, ante la gravedad de los altercados.
CHOQUES ENTRE LOS BLACK BLOCS Y LA POLICÍA
Una vez que la marcha inició su recorrido hacia la plaza de Italia -un trayecto en el que se había decretado el cierre de los establecimientos comerciales para evitar daños- hubo nuevos choques entre los conocidos como «black blocs» y la Policía.
Así ocurrió cuando un grupo de manifestantes pasó ante la comisaría del distrito XIII, contra la que lanzaron objetos y recibieron, como respuesta de los antidisturbios, gases lacrimógenos.
Según datos recopilados por la Prefectura de Policía hasta media tarde, las fuerzas del orden han detenido a 249 personas, de las que 148 han quedado bajo custodia.
Esos arrestos se produjeron en los más de 12.500 controles de identidad realizados por toda la ciudad para intentar prevenir la llegada de manifestantes violentos.
NUTRIDA PARTICIPACIÓN DE CHALECOS AMARILLOS
De acuerdo con cifras todavía parciales del Ministerio del Interior, las protestas del Primero de Mayo, en las que hubo una nutrida participación de «chalecos amarillos», reunieron en Francia a 151.000 personas, de ellas 16.000 en París.
Fuera de la capital hubo también algunos altercados en la ciudad de Besançon (unos 200-300 «chalecos amarillos» intentaron entrar en una comisaría) o en Toulouse, horas después de las manifestaciones que reunieron allí entre 5.000 personas, según la policía, y 20.000, de acuerdo con los participantes.